Directora creativa
Petrïta, nace en 1920, mi abuela materna. Ella ha sido una mujer adelantada a su época, en plena guerra civil española, vivió el auge de su negocio. Una amante de las antigüedades y del buen hacer. Mujer emprendedora e incansable luchadora, siempre me inculcó el amor por el arte y el estilo.
Con su nombre por bandera fundé en 2014, tras finalizar mi Licenciatura en Biología, Petrïta. Una expresión de mi forma de ver el mundo. Mezcolanza de la innovación creativa y científica derivada de mi inquietud por la naturaleza, con el regusto de lo clásico y bello.
Desde los inicios, lo más especial de Petrïta, es la posibilidad de personalizar todos nuestros diseños, y aunque crezcamos como empresa, no queremos perder esa esencia. Esto nos permite establecer un contacto directo con cada uno de nuestros clientes y saber qué es lo que realmente necesitan.
Los valores de la marca siempre los tuve claros, apostando por el comercio de proximidad, creando así una conexión muy cercana con nuestros proveedores e incentivando la economía local así como la fabricación española de nuestras joyas.
La evolución de Petrïta desde que comenzó, ha ido variando a lo largo de los años. Con un sello personal inconfundible, he ido creciendo y madurando cada uno de mis diseños y fabricando de forma sostenible y ecológica, que dotan a nuestras piezas de una calidad extraordinaria y de respeto al Comercio Justo y Medioambiental.
Soy una enamorada de la naturaleza y todo lo que nos hace conectar con nuestros orígenes. Los misterios de la genética, y el cruce aleatorio de cromosomas que dan vida a formas, aromas, colores distintos que son capaces de emocionar a quien los aprecia. Agradezco cada mañana el amanecer de colores cerúleos, el regalo de sentir con los cinco sentidos y la vida bohemia alejada de convencionalismos que me permite soñar, crear y vivir de mi pasión: Petrïta.
Inmaculada Perea